
Para mi , aunque sé que se fue el año pasado al cielo de los moteros , sigue vivo en mi día a día. Se me hace inconcebible pensar que iré a Anzanigo y el no estará. Era el Alma Mater de aquel sitio . Sólo por ir hasta allí y encontrarte con el sabías que el viaje había valido la pena. Me ha costado mucho empezar a escribir estas cuatro letras pero era algo que llevo dentro y tenía que sacarlo .
Ni voy a describir como nos conocimos hace más de 30 años . Sus retoños ,Fernando y Carlos , en aquella época correteaban alrededor nuestro cuando estábamos hablando de nuestras cosas , motos , concentraciones y viajes . De que sino? . O cuando llegaba de noche en pleno invierno al camping y él se quedaba esperando porque sabía al igual que yo que ese pedazo de tiempo sería para nosotros y nuestras locas ideas sobre Jabalistrefen ,los Guzzi Days o los Pollos en Francia . O simplemente para hablar sobre lo que nos preocupaba cualquier tema de actualidad. Pero siempre , siempre ,eran conversaciones que acababan con alguna idea absurda o genial ,que solían ir hacia adelante por norma .
Los peques se hicieron mayores. El mayor se fue al extranjero a estudiar y trabajar. El pequeño le salió cocinillas. Pero no de menú , sino de los.mejores fogones de este país . Aún recuerdo el día que me llamo muy serio porque María Jesús , su querida compañera y esposa , se estaba muriendo. No tardamos ni cinco minutos en coger el coche y reservar un hotel en Zaragoza . Dos días de tensión con él , Carlos y la hermana de Emilio . Fernando estaba volando hacia Zaragoza para despedirse de su madre . Dos días de angustia. Que al final acabaron bien , gracias a Dios .Emilio me decía que él no podría vivir si María Jesús se iba de su lado. Y que siempre había pensado que sería el , el primero en marchar. Ironías del destino .
Pero lo que siempre recordaré son los viajes a concentraciones en el país vecino , donde el se sentía como pez en agua . Ahí salía Emilio en estado puro . El Moline de siempre , cachondo a más no poder y sobretodo gourmet , yendo a comer sus queridas ostras de Arcachon .
Me será muy difícil volver a ese camping motero de Anzanigo y no volverme a encontrar con mi amigo , ver a su hijo Carlitos y a su mujer María Jesús va a ser también ,para mi , muy difícil .
Creo además , y esa era mi ilusión , hacerle un homenaje por todo lo que ha representado . Pero el maldito virus , que ni dejó ir a despedirle como se merecía , tampoco permitió hacerle ese homenaje.
Se que iré , no sé cuándo ni como. Pero sé que iré y aunque no esté físicamente se que su espíritu si que estará allí. Sino donde iba a estar que en su amado Anzanigo?