La nube que nos llevo hasta la ciudad del vals PARTE 1

Era una tarde/noche clásica de verano. El sudor recorría cada poro de nuestro cuerpos haciendo que la cama fuese más una tortura mojada que un sitio de paz .
El calor golpeaba con fuerza y con esa humedad característica de la zona mediterránea que hace que no puedas dormir , situación ideal para salir con la moto con destino donde fuese , la cuestión era salir .Como lo habíamos hecho tantas y tantas veces
Fuimos al pàrquing donde dormía nuestra California , en los bajos del mismo edificio donde vivíamos , o sea que teníamos fácil cargarla para salir. Todo se reducía a montar en el ascensor los bultos y bajarlos hasta aquel oscuro lugar con una rampa que ya te ponía en guardia antes de salir al mundo exterior .
Recorrimos los escasos kilómetros dentro de nuestra ciudad , en aquella época Sant Adrià del Besòs , para enfilar la por aquel entonces A7 , un manto de asfalto semioscuro que siempre nos sacaba de nuestra zona de confort dirección a nuestras pequeñas aventuras por Europa .
Hasta llegar a La Jonquera se mantenía esa poca luz que los días de Agosto te proporcionan hasta buen entrada la noche cerrada. Una vez allí reportamos la Cali con el oro líquido más barato de Europa. Había que aprovechar antes de salir del país sin dudarlo .
La noche seguía siendo calurosa y los kilómetros iban pasando con la fatiga que esa humedad del mar ,pero en tierra adentro , te golpea una y otra vez . Una vez pasada la frontera y llegando a la zona costera francesa , eso se traducia en un aire acondicionado natural , cosa que se agradecía sobremanera. Qué felicidad , pero efímera , ya que pasados unos km ,o bien empezábamos a coger frío en nuestros cuerpos o bien al girar tierra adentro volvíamos a tener ese calor sofocante del Mediterráneo .
Todo rodaba perfectamente , la Cali se deslizaba a través de la manta de asfalto ronroneando como un gatito en la falda de su amo . Por supuesto el tráfico era inexistente a excepción de camiones frigoríficos on destino a los confines de Europa .
Una vez llegado a la bifurcación de Orange donde puedes irte hacia la playa , Marsella e Italia , o hacia la montaña , Lyon o Suiza , giramos dirección a estas últimas localizaciones. La idea era ir a los Alpes. Pero destino , lo que se dice destino , no lo teníamos prefijado. Cómo de costumbre , vaya .
Al ir tirando hacia el Norte el clima se iba volviendo más benévolo , mucho más suave y plácido , la autopista había pasado de 2 carriles a más de 4 para una vez cerca de Valence convertirse de nuevo en una clásica de 2.
Salimos de la autopista dirección Grenoble. Aún nos quedaban unas horas de oscuridad para seguir rodando con nuestra Guzzi cargada hasta las trancas. Llevábamos de todo , nos gusta llevar todo lo indispensable para un viaje de 30 o 40 días ,ya que en esa época teníamos unas vacaciones largas debido a mi trabajo como autónomo en 20Th Century Fox que me permitía hacer viajes de medio/largo alcance .
La luz tenue como la mayoría de las motos de la época alumbraba lo que podía del asfalto. La noche era ya cerrada y el cielo estrellado ayudaba a soñar con ese viaje deseado a Ulan Bator , solo la entrada a Grenoble distrajo nuestra mente de sus sueños y empezó a buscar la salida dirección Chambéry ya que en esa época ni habían móviles ni gps ni nada. Solo el mapa dentro de la bolsa sobredeposito y tu intuición te dirían dónde ir además de preguntar a los lugareños como siempre se ha hecho .
Así que pasamos por la plaza de las cabezas de elefantes , como así la llamábamos , y enfilamos hasta nuestra amada Annecy , la ciudad de los canales y el lago más puro de los Alpes como así demuestran muchos estudios . Ya empezaba a sacar la cabeza el alba y el sol tímidamente asomaba por el horizonte calentando los prados alpinos y haciendo que el agua del Rocío se convirtiese en bruma subiendo hacia el cielo . Con esa imagen bucólica fuimos rodeando ese espectacular lago con la idea de ir aproximando la ciudad de Chamonix a nuestra idea de descansar ese día . Y dicho y hecho , después de pasar la desviación del tristemente famoso túnel del Montblanc llegábamos a Chamonix y nos dedicamos a buscar alojamiento que tuviese las tres B ,cosa harto difícil al estar en plena temporada de verano . Pero después de preguntar en tres hoteles llegamos a Argentiere una pequeña villa que pilla en el camino a la frontera Suiza y a escasos km de Chamonix .
Descargamos la moto , bueno solo una parte de ella ,prácticamente lo necesario para pasear sin ir vestido de romano . Cómo era hora de comer francesa , o sea las 12:30 del mediodía o midi , bajamos a buscar un restaurante donde degustar una fondu savoyarde , especialidad de la zona que está de muerte. No podíamos faltar a la cita de ese estupendo manjar . Una vez llenos , y bastante nuestros estómagos subimos a la habitación donde el dios del sueño nos atraparía hasta el día siguiente . Teníamos que recuperar el sueño perdido en esta subida hasta aquí de alguna forma .
Nada más levantarme al día siguiente mire por la ventana como suelo hacer siempre. El tiempo,.meteorologicamente hablando , estaba muy revuelto. Nubes grises y negras aplomaban sobre todo el valle . Nos vestimos con nuestro equipo de cuero negro típico de aquella época. No existía aún la cordura , aunque si podías usar un Barbour típico engrasado también de la época .
Pregunta rutinaria a Paqui : «nos ponemos el traje de agua ? Parece que nos va a pilar lluvia » . Respuesta típica de ella: » para que ? Ahora no llueve , si eso cuando empiece paramos y nos lo ponemos »
Vamos , lo de siempre cada vez que veíamos unas nubes amenazadoras
Así que enfilamos el Col de la Forclaz dirección Martigny con un fresco mañanero más propio de un día de invierno que del Agosto en que nos encontrábamos . Encadenabamos las curvas a velocidad de un vals vienes y fue entonces ,cuando sonaban esos compases en mi cabeza , que decidimos los dos en la parada que realizamos en lo alto de puerto para tomar un café , ir a Austria. Porque Viena siempre vale un viaje !
Así que bajamos con la alegría que te da conocer el destino que nos habíamos marcado. Si luego cambiábamos nos daría igual. De momento íbamos hacia allí .
Llegamos a la garita de las aduanas suizas donde un gendarme nos dio la bienvenida a su país . En un correcto castellano nos informo de la famosa viñeta de autopista , cosa que ya sabíamos de anteriores viajes. Comprada y pegada en la pantalla de la moto enfilamos la rueda delantera hacia el Paso de la Novena o Nufenennpass ya que una parte de el da a la zona de habla italiana y la otra parte a la de habla germánica . La Guzzi cada día iba más fina. Supongo que a sabiendas que estaba muy cerca de su casa , la casa donde nació en Mandello está a escasos km de allí. Y eso creo que lo notaba y se ponía toda orgullosa , estas italianas es lo que tienen.
El viaje transcurría por uno de los valles más bonitos de Suiza. El valle del Rodano , que tiene su nacimiento muy cerquita del Furkapass , en el glaciar del mismo nombre . Subimos el Nufenennpass y tomamos un café en el bar de su cima , arriba del todo la lluvia se había transformado en nieve y nosotros seguíamos con el cuero puesto . Y sin traje de agua para no variar nuestras costumbres .
Volvimos a bajar el puerto con la intención de irnos hacia el Furkapass en el cual los copos de nieve también habían hecho acto de presencia . La moto encadenaba las curvas con alegría ya que los bajos de la italiana eran de verdad y hacia del cambio algo casi innecesario . Casi todo el puerto en tercera retronando entre montañas con el sonido característico a bicilindrico italiano.
Que alegría de momento ,tu chica , tu moto ,unos paisajes de ensueño y disfrutando de una melodía que en esos momentos no quisieras que acabase. Pero todo tiene su fin y el de nuestra alegría fue bajando el puerto . Nieve y gasolina , si sí , nieve y la gasolina de un camión cisterna que le dio por irse de su depósito en plena curva de ascensión. Todo parado ,incluidos unos cuantos Trabant de dos tiempos que por lo visto estaban haciendo una travesía del país . Hablo con los gendarmes y me dicen que va para largo ya que tienen que venir a limpiar y echar detergente en la carretera para eliminar la gasolina. Les digo que puede que pasando por lo verde ,hierba para entendernos, pudiera pasar la moto y me dicen que bueno ,que lo intenté pero con mucha precaución no vaya a ser que además tengan que llamar una ambulancia . Así que le digo a Paqui que baje de la Guzzi y me decido poniendo segunda a pasar por una ladera cuesta abajo toda de un cesped natural que visto desde la moto en estas circunstancias ya no me parecía tan bonito . En fin que haciendo gala de los años que llevaba la Montesa Cota haciendo trial ,baje bien no sin antes darme dos sustos de los buenos .
Llevábamos solo mediodia de camino , eso sí todo pasado por agua y nieve , el sol ese día creo que estaba durmiendo o se había ido de viaje como nosotros .
Una vez de nuevo en el valle seguía la lluvia pero el frío y la nieve desaparecieron lo que hacía un poco más llevable el camino. Nosotros seguíamos sin el traje de lluvia , el cuero ya había absorbido toda el agua y notabamos como el frío iba llegando cerca de nuestra piel . Pero la idea era que ese día teniamos que dormir en Austria , sí o si.
Así que enfilamos la rueda delantera hacia Chur y luego pasar a Liechtenstein , el pequeño Principado enmedio de estos dos países . Aprovechando para repostar aunque luego nos dimos cuenta que en Austria estaba al mismo precio o más bajo aún la gasolina . Pero la excusa fue de fábula para entrar en unos servicios impolutos y con una calefacción que ese día estaba puesta a tope , benditos gasolineros pensamos en ese momento .
Cerca de Innsbruck por una carretera estrecha de montaña avistamos un pequeño pueblo donde en la mayoría de sus casas Lucía un curioso letrero «zimmer Frei» , en esos momentos no sabíamos ni lo que quería decir. Paramos a preguntar por un hotel y la dueña de una de esas casas nos dijo que metiesemos la moto en su garaje y que tenía habitación para nosotros . Al vernos empapados de agua de la cabeza a los pies y tiritando de frío nos encendió la calefacción de la casa aunque nos explicaba en un rudimentario inglés que normalmente por mucho frío que hiciese en verano nunca la encendían . Les agradecimos el haberlo hecho y dejamos la gran habitación , porque era más grande que el perímetro de mi piso , llena de cosas mojadas para que fuesen secando ya que mañana debíamos continuar viaje .
Al día siguiente y con sol radiante cambiamos de opinión ,como de costumbre , y nos quedamos dos días más allí para visitar la región y dejarnos guiar por la señora de la casa , que dicho de paso nos hacía unos desayunos ,incluido en el ridículo precio de la habitación , que te quitaba el hambre de todo el día . Panes de todo tipo , pastas , mermeladas caseras , queso hecho por ellos mismos , embutido de la zona , cafés , zumos y demás. La primera vez que vimos la mesa pensábamos que era para todos los comensales que allí estábamos . Pero no. Era solo para nosotros. Con esta familia hicimos amistad que dura hasta hoy en día. La primera vez su hijo era un mocoso que revoloteaba por la casa y que se subía a nuestra moto cuando podía. El último viaje ya era un mozo que se acababa de casar hacía poco . Que bonito es viajar y conocer gente buena , siempre digo que lo mejor de los viajes son la gente que conoces .
Dos días visitando aquella zona maravillosa de los Alpes austriacos nos pusieron dirección a Salzburg ya que Paqui queria conocer la Mansión de los Trapp famosa por haber salido en la película «Sonrisas y lágrimas » así que recorrimos los pocos km que nos separaban de la ciudad de Mozart .

Que pasó después? En el siguiente episodio lo sabréis

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